¿Qué son los Bálsamos faciales?

¿Qué son los Bálsamos faciales?

Untuosos, casi sólidos, ricos en agentes hidratantes, los bálsamos viven momentos de gloria porque se adaptan como un guante a las necesidades de la piel. Héroes protectores de tu barrera cutánea.

Heredados desde la antigüedad, la cosmética nicho los rescató con emoción hace algunos años, revolucionó sus fórmulas y amplió sus funciones. Ahora no podrás pasar el invierno sin ellos y si eres del team “ultra seca” serán tus mejores aliados durante todo el año.

¿Qué son los Bálsamos Faciales?

Los Bálsamos Faciales representan la vanguardia en términos de nutrición para lograr una piel suave y flexible. Se componen de aceites botánicos orgánicos puros y sin diluir que cuidan la piel, ayudando a retener la humedad, revertir el daño causado por los radicales libres y fomentar la renovación celular para una apariencia saludable de la piel sin edad. La cosmética nicho ha evolucionado sin perder su carácter medicinal, mejorando sus fórmulas y ampliando sus funciones.

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Estos bálsamos son altamente humectantes, convirtiéndose en elementos imprescindibles cuando la piel del rostro experimenta los efectos adversos de la deshidratación y condiciones específicas de la piel.

Los bálsamos faciales incorporan una variedad de ingredientes diseñados para abordar problemas específicos de la piel. Formulados con extractos botánicos y tonos aromáticos indescriptibles que superan las experiencias ofrecidas por la cosmética tradicional, brindándonos un retorno a la calma, al presente, reviviendo la piel literalmente.

Aunque estos productos aún no son ampliamente conocidos, surgen interrogantes al tener uno en nuestras manos: ¿cómo utilizarlo? ¿Su textura es demasiado untuosa? ¿Dejará mi piel grasosa o provocará la aparición de granitos o espinillas? La respuesta es NO a todas estas preguntas.

Desmitificando

  • Sin miedo. Aunque su textura casi sólida y su riqueza en aceites te haga desconfiar, cualquier tipo de piel puede utilizarlos. Solo hay que elegir el adecuado a tus necesidades. Después de los 35 años todas las pieles necesitan lípidos para fortalecer la barrera cutánea.
  • Cómo utilizarlos. Muy Sencillo: sacar del pote una cantidad del tamaño de una lenteja inicialmente para tu rostro y cuello, emulsionar entre tus dedos hasta que se derrita y aplicarlo, mientras disfrutas de los aromas que el bálsamo desprende gracias a sus aceites naturales.
  • Dónde conservarlos. Siempre es mejor en un lugar fresco, que no altere su textura sólida. El calor los derrite y aunque no altera la fórmula ni su eficacia, te perderías la atmósfera que los bálsamos desprenden: sentir cómo se derrite entre los dedos y oler el aroma de los aceites esenciales.

En ocasiones, nuestra piel adopta un comportamiento totalmente enigmático, una realidad bien comprendida por aquellos con piel sensible. Experimentamos sequedad extrema, tirantez, irritación, rojeces, descamación e incluso acné, sin entender por qué o notamos que se vuelve más reactiva después de tratamientos como peelings o el uso excesivo de activos potentes. Estos síntomas son señales de daños internos que nuestra piel está experimentando, y requieren de una respuesta eficaz, que a menudo se encuentra en la aplicación de una hidratación intensa y profunda.

En estos momentos, lo que nuestra piel necesita es un ungüento rico que nutra y repare profundamente. Las fórmulas en bálsamo son aliadas ideales para nutrir, iluminar, redensificar y reconfortar el rostro, abrazando y acondicionando la piel para una mejora rápida y eficiente.

¿Cuándo usarlos?

Existen formulaciones diseñadas para el uso diurno que resultan verdaderamente extraordinarias para aquellas pieles que requieren lípidos de manera regular, como las pieles secas, maduras, sensibles o deshidratadas. Además, estas formulaciones pueden incorporarse a la rutina semanal, alternándose con otros productos para asegurar una nutrición completa.

Los bálsamos también son idóneos para ser utilizados por la noche, potenciando así los beneficios hidratantes y nutritivos. Mientras descansas, el ciclo natural de reparación de tu piel se activa, permitiendo que los ingredientes del bálsamo penetren de manera más profunda y completa. Al despertar a la mañana siguiente, te encontrarás con una piel notablemente hidratada y flexible.

Se recomienda aplicar el bálsamo después de tu suero para sellar la hidratación o directamente después de la limpieza facial.

Puedes optar por sustituir tu crema habitual con un bálsamo, especialmente si notas que tu piel se siente rígida al final del día con tu crema habitual.

Para una experiencia más intensiva, aplicar una capa más gruesa durante la noche puede iluminar tu piel al despertar, y lo mismo se aplica a los labios, proporcionándoles un cuidado adicional.

TIP: para los hombres que se afeitan la barba es ideal usar posterior a este paso, repara y calma en pocos minutos.

La diferencia entre bálsamos, cremas hidratantes y aceites faciales radica principalmente en su consistencia y densidad.
Los aceites faciales, ricos en ácidos grasos esenciales, vitaminas y antioxidantes, ofrecen beneficios significativos para la piel. Al imitar la producción natural de sebo, ayudan a equilibrar la producción de grasa de la piel.

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En cambio, las cremas hidratantes, formuladas con un alto contenido de agua y emolientes como manteca de karité o cacao, buscan hidratar las capas superficiales de la piel. Son ideales para el uso diario en pieles normales, mixtas o grasas. No obstante, para combatir la sequedad, ya sea estacional o inherente, las cremas hidratantes pueden no proporcionar la humedad y protección necesarias.

Es en este punto donde entran los bálsamos faciales, aceites solidificados que se transforman en líquido al entrar en contacto con el calor de la piel. Al contrario de las cremas hidratantes, los bálsamos son anhidros, sin agua o waterless. Brindan una capa protectora más densa y nutritiva, sellando el cuidado de la piel para resultados óptimos y protegiéndola de elementos externos como el aire frío o seco. Con propiedades curativas y calmantes, los bálsamos son reconocidos por su hidratación intensiva y su consistencia lujosamente espesa, generalmente sirviendo como el paso final en la rutina de cuidado de la piel.

En Majen somos pioneros en el desarrollo de Bálsamos Faciales, nuestra colección incluye 3 bálsamos faciales, que seguro te encantarán, además son productos testados hipoalergénicos.:

Bálsamo Húmedo Facial de día: Recomendado para personas que buscan nutrición extra con pieles sensibles, secas o maduras. Elaborado con aceite de macadamia orgánico, aceite de tamanu orgánico, aceite de rosa mosqueta orgánico, aceite de zanahoria orgánico que restauran la luminosidad de tu piel, renovando su salud y flexibilidad.
Testeado dermatológicamente y es hipoalergénico.

Bálsamo Profundo facial Noche: Nutrición para piel sensible, seca, deshidratada o madura, Su poderosa combinación de lípidos vegetales, nutrientes botánicos y antioxidantes trabajan juntos para restaurar la vitalidad de tu piel y protegerla de los radicales libres.
Testeado dermatológicamente y es hipoalergénico.

Bálsamo Secreto Contorno de ojos: humectante exclusivo enriquecido con lípidos que hidrata y fortalece la delicada área alrededor de tus ojos. Cada uno de los aceites vegetales que utilizamos ha sido seleccionado cuidadosamente para reducir la inflamación y disminuir la apariencia de círculos oscuros.
Testeado dermatológicamente y es hipoalergénico.