El mundo de la cosmética es, al igual que muchas industrias, una muy variable, en constante desarrollo y adaptación a las tendencias y corrientes que se dan en la sociedad. Hemos podido ver cómo en los últimos años ha existido un gran cuestionamiento acerca de los estereotipos de género, generándose instancias y acciones para dejarlos de lado en distintos ámbitos de nuestra sociedad.
Sabemos que el mundo de los cosméticos es uno que, desde sus inicios, ha estado regido por las etiquetas de género, los productos tradicionalmente para hombres son totalmente distintos a los de mujeres, tienen aromas, texturas y colores opuestos. Por lo mismo, romper barreras y homogeneizar el terreno en una industria tan sexista como lo es la cosmética es y siempre va a ser un desafío.
Sin embargo, se han logrado dejar los estereotipos de género de lado, para centrarse en desarrollar productos buenos para todo el mundo. Esta es la misión de la cosmética (sin género en inglés), una rama de la cosmética que apuesta por crear productos que no aludan a un género en especial, tal como ha sucedido en la industria de la moda con los productos unisex.
¿En qué se diferencian estos productos?
Los productos genderfree se diferencian del resto por ser neutros, tanto en su packaging como en aromas. Ya no vemos una diferenciación como las cajas rosadas para mujeres y las azules para hombres, sino que son productos con una apariencia que en vez de centrarse en a quién va dirigido el producto, se enfocan en las propiedades del mismo.
Esta neutralidad se ve reflejada también en los aromas de los productos, apostando por eliminar el excesivo uso de fragancias en los productos, generalmente usadas para distinguir entre hombres y mujeres. Los primeros, con aromas más amaderados e intensos, y las segundas, con fragancias frutales o florales. La cosmética genderfree, en cambio, no utiliza aromas adicionales en el producto, con el fin de generar un producto cuyo uso no se vea limitado por su fragancia.
Así, se convierten en productos 100% funcionales, donde su clasificación es simplemente por las propiedades del producto y por las necesidades de cada persona. Son productos que podrían definirse como simples, pues sólo se centran en lo que el cliente quiere lograr en su piel.
¿Por qué son una buena opción?
En Majen creemos que la cosmética tiene un propósito claro: mejorar las condiciones de nuestra piel, regalándonos un momento de conexión con nuestro cuerpo físico. Por lo mismo, creemos que no debería existir diferenciación alguna entre los productos femeninos o masculinos porque, a fin de cuentas, piel es piel y el cuidado que le debemos dar va mucho más allá de nuestro género.
Creemos que, al dejar de preocuparnos por formas de diferenciar los productos entre femenino y masculino, podemos enfocarnos de lleno en las propiedades de éste. Podemos centrarnos en mejorar nuestras formulaciones para entregarles productos de la mejor calidad y eficiencia posibles, productos que todos nuestros clientes puedan y se sientan invitados a usar.
Como este tema es importante para nosotros, lo hemos aplicado en todos nuestros productos. Quisimos mantener una línea gráfica minimalista y neutra, utilizando colores que evocaran el bosque y no un género en particular. Asimismo, intentamos mostrar diversidad dentro de nuestras RRSS, utilizando modelos de distinto género y con distintos tipos de piel, no porque queramos sumarnos a una tendencia mundial, sino porque es lo que nos ha hecho sentido desde el primer día.